Las hormonas que influencian y guardan relación directa con el ejercicio y nuestra forma física, podemos dividirlas en dos grupos : hormonas anabólicasy hormonas catabólicas.
Las hormonas anabólicas participan en procesos metabólicos de construcción, favoreciendo la obtención de partículas grandes a partir de otras más pequeñas, ocasionando un gasto energético. Entre ellas, las principales son las siguientes :
- Testosterona : Es una hormona producida mayoritariamente por los testículos (95%) y las glándulas suprarrenales (5%), y sintetizada a partir del colesterol. Prácticamente la totalidad de testosterona, viaja por nuestro torrente sanguíneo unida a proteínas, y juega un papel fundamental en la metabolización de las mismas. Por ello, está estrechamente relacionada con el aumento de masa muscular y la recuperación de las fibras musculares rotas en el entrenamiento.
Y, ¿cómo hacer para que nuestra concentración de testosterona en sangre sea alta y así favorecer un mayor crecimiento muscular? Debemos conocer nuestro ritmo hormonal y aprovecharlo al máximo. Es básico que nuestro entrenamiento tenga una intensidad muy alta, por encima del 85%. Cuanta más intensidad y menos descanso entre series, mayor será la entrada de sangre en el músculo, y favorecerá también un aporte masivo de testosterona.
El déficit de esta hormona se caracteriza por niveles bajos de la misma junto con síntomas del tipo : irritabilidad, cansancio, insomnio, disminución de líbido, disfuncón eréctil, etc.
- Somatotropina ( Hormona de crecimiento ) : Es una hormona polipeptídica, formada por 191 aminoácidos, y segregada por la glándula hipófisis. Estimula el crecimiento, reproducción y regeneración celular y colabora en el transporte de aminoácidos y en la síntesis proteica. Además, en el tejido adiposo, aumenta la lipólisis. Sus niveles más altos se registran mientras descansamos, una hora después del sueño, y una hora después del entrenamiento.
El déficit de esta hormona puede provocar atrasos en el crecimiento, enanismo, etc.
- Insulina : Es otra hormona polipeptídica, formada por 51 aminoácidos, y segregada por el páncreas. Es la hormona anabólica por excelencia. Tiene un papel fundamental en el metabolismo de las proteínas, grasas, y principalmente en el de los carbohidratos. El principal estímulo para que se secrete es la presencia de glucosa en sangre. Produce efectos en tres órganos/tejidos :
- Hígado : A nivel hepático promueve el anabolismo estimulando la síntesis de glucógeno y proteínas e inhibe el catabolismo evitando la degradación de los mismos.
- Músculos : A nivel muscular facilita el transporte de los aminoácidos y promueve la síntesis de glucógeno muscular y síntesis proteica. Aumenta el transporte de glucosa a las células, acelerando su recuperación.
- Tejido Adiposo: Crea reservas energéticas, en forma de grasa y disminuye la lipólisis. Es indispensable, por ello, mantenerla controlada si queremos tener unos porcentajes de grasa bajos.
Hemos visto que el entrenamiento influye notablemente en las dos hormonas anteriores, sin embargo, la insulina, se ve más influenciada por la nutrición. La ingesta de macronutrientes, sobre todo carbohidratos , eleva los niveles de glucosa en sangre y produce en consecuencia un aumento de secreción de insulina.
El déficit de insulina se denomina Diabetes Mellitus.
Las hormonas catabólicas, por su parte, participan en procesos metabólicos de degradación, colaborando en la transformación de moléculas grandes en otras más pequeñas, con la consiguiente producción de energía. Una parte de esa energía no es utilizada, es almacenada en moléculas especiales grasa para cuando sea necesaria. La principal hormona catabólica es el cortisol.
- Cortisol : Es una hormona esteroidea segregada en las glándulas suprarrenales que contrarresta la acción de la testosterona. Sus funciones principales son aumentar la glucosa en sangre a través de la degradación del glucógeno, ayudar al metaabolismo de los macronutrientes y suprimir el sistema inmunológico. Es muy conocido el eje "testosterona-cortisol". Se produce cuando los entrenamientos con sobrecarga superan la barrera de los 90 minutos. Deja de producirse testosterona y comienza a segregarse cortisol. Además, también se produce como respuesta al stress. Portanto, para mantener el cortisol bajo debemos alimentarnos bien, entrenar adecuadamente, descansar lo suficiente, y evitar situaciones estresantes.
¿ Qué sucede "hormonalmente" en nuestro entrenamiento ?
Durante los primeros minutos de un entrenamiento intenso nuestro nivel de testosterona empieza a aumentar hasta alcanzar un pico máximo, que normalmente se produce alrededor de los 40 o 50 minutos, y, a continuación, comienza a descender hasta llegar hasta los niveles más bajos, aproximadamente a los 90 minutos inútiles para el entrenamiento, la hipertrofia. Entorno a esos minutos se produce el , ya nombrado, eje testosterona - cortisol, el cual pone fin al anabolismo y da comienzo al catabolismo.
¿ Cómo programar nuestros entrenamientos en relación a nuestros niveles hormonales?